miércoles, 28 de marzo de 2007

MATARO COMO ZARAGOZA

Hoy se ha publicado que dos de los mejores políticos aragoneses no repetirán en listas por una decisión vengativa de uno y la actitud cobarde de otro.
De lo que no es consciente el último es que esto supone el final de su agonía, porque su cesión al miedo es parte de la caída sin red que lleva demasiado tiempo sufriendo. Pero seguramente Madrid también tiene mucho que ver en el tema, la voz del primero tiene más fuerza y más oídos y el segundo es visto como un cadaver político que se esfuerza por quedar bien en su despedida.
Por otra parte siento algo de alivio, el alivio de saber que todo está acabando y que la situación será diferente, tocará esperar a que algo falle, que siempre pasa para poner a cada uno en su sitio, y entonces prometo volver, no por odio o si, y qué más da.
Y en mi nueva casa, viejas historias, siempre son los mismos fallos y con las mismas formas. El que tiene que elegir se olvida de la importancia de las bases, cree que ser el líder de un proyecto es hacer lo que le da gana y antepone los gustos a las necesidades. Es evidente que pocas cambian, pero la actitud hipócrita de forzar públicamente la decisión de un conjunto y comprometer a los propios en decisiones erróneas es síntoma de fracaso futuro.
Al final poco importan los lugares, porque el ser humano se encarga de hacer todo más parecido, por difícil que parezca.

1 comentario:

Marcos dijo...

Gracias Ruben, eres un maño, sin boina, genial.

jajajjajajaja

Ya pertenezco a la blogosfera, ahí contaré mis penas y mis alegrías.

http://marcoantfernandez.blogspot.com/