LAS CHICAS DE LA SEU

Ya he comentado muchas veces lo infernal de la soledad de la montaña en la que vivo. Pero no soy el único, el mundo de la banca tiene por costumbre formar pequeñas pandillas comarcales de expatriados. Así he conocido a "mis" chicas de La Seu.

Eli y Tere trabajan como yo en el Popular, mientras Carmen lo hace en la Caixa (que provoca nuestras iras y desprecios "al enemigo ni agua, y menos a la Omnipotente"). En los 7 meses que resido en Bellver hemos tenido una baja, pero al mismo tiempo consolidado lo que terminará por ser una interesante amistad.

Mi mayor disposición de tiempo y el que no me importe hacer kilómetros que resten horas a mi reloj hasta la hora de dormir, han hecho que sean frecuentes mis visitas a la capital del Alt Urgell, camino de Andorra o ex-proceso (de propio diríamos los "cazurros"). Así con el tiempo y una caña, el cariño y la confianza ha surgido entre nosotros, los malos tiempos unen y esto es como un "gran hermano financiero".

Y acercándose el día de mi boda (por dios, que alguien la pare...) decidieron que era el momento de alargar nuestras veladas más allá de las 11 de la noche (el primer día pensé que tenían el síndrome de cenicienta). El jueves pasado fuimos a cenar a Andorra, regalos picantes, cintas de "despedida cachonda" y algo más personal, comida italiana, unas copas y algún pedal......no resumo, sino que no recuerdo mucho.....el caso es que me hicieron sentirme importante, últimamente se hace habitual (que miedo me da cuando pertenezca a la "comunidad de anillo", nadie se acordará de mi).

Desde aquí les mando un beso, muchos de ellos, por currárselo, por preocuparse y por disfrutarlo a las TRES. Muchas gracias.