domingo, 12 de octubre de 2008

TRES DIAS, POCO TIEMPO

Llevo tres días en mi ciudad, y es el primer momento de sosiego del que dispongo. Han sido tres días intensos y que reflejan la situación de un "exiliado" como yo, al volver a su patria chica.
Cuando vuelves siempre sucede que tienes ganas de ver a tanta gente en tan poco tiempo, que se te acumulan los compromisos, no pudiendo atenderlos como merecerían. Al mismo tiempo las "ansias" de disfrutar de los momentos que te pierdes por estar lejos, convierten la ecuación conversación+amistad*copas, en un resultado del todo impredecible, sobre todo el primer día, donde el "organismo" todavía respeta tus decisiones.
El hecho es que es un placer volver a casa, pasar una noche de fiesta con mis amigos, recordar viejos tiempos con una bandurria en la mano sea donde sea (y parchear en un bingo juro no haberlo hecho nunca), o el placer de unas risas en el bar de Frascuelo.
Es muy difícil (y es una cosa que no me canso de repetir) olvidar los "mejores años de tu vida", aunque afrontes algo tan interesante (o mejor) como es el futuro, el hecho es que son 27 años, que no son pocos, los que dejo vividos en mi tierra, así que se haga difícil comprender que por mucho que me empeñe lo que suceda en Mataro, será diferente, pero no igual.

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