Cuando el gobierno Montilla daba síntomas de regeneración, cuando la lógica parecía imponerse, siendo los ciudadanos el eje de su gestión. Decidimos meternos en una nueva “cruzada” a la deriva.
¿Qué gana Cataluña impugnando la tercera hora de castellano? ¿Qué ganan nuestras futuras generaciones? ¿Adónde nos lleva este nuevo enfrentamiento innecesario?
Lo más incomprensible es que esta hora, no supone la merma de ninguna otra, ¿Acaso queremos negar una mejor formación, únicamente porque interesa electoralmente?, por momentos siento que el odio irracional de los nacionalistas, no conoce fin.
Los errores del presente los veremos en el futuro, y las palabras de nuevo se las lleva el viento, la LENGUA sigue siendo un tema de enfrentamiento, eso sí sólo para unos cuantos que niegan la libertad y la ley en interés propio.
¿Qué gana Cataluña impugnando la tercera hora de castellano? ¿Qué ganan nuestras futuras generaciones? ¿Adónde nos lleva este nuevo enfrentamiento innecesario?
Lo más incomprensible es que esta hora, no supone la merma de ninguna otra, ¿Acaso queremos negar una mejor formación, únicamente porque interesa electoralmente?, por momentos siento que el odio irracional de los nacionalistas, no conoce fin.
Los errores del presente los veremos en el futuro, y las palabras de nuevo se las lleva el viento, la LENGUA sigue siendo un tema de enfrentamiento, eso sí sólo para unos cuantos que niegan la libertad y la ley en interés propio.
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