DEL TRABAJO A CASA

Hacía días que os vengo dando la "tabarra" con el tema político, pero es que es como un virus como una droga que te engancha y que por muy desencantado que estés, por mucho que perjures sobre lo que has vivido, se hace insoportable evitarla, porque forma parte de uno mismo. O así lo siento yo, cada vez que respiro elecciones....

El hecho que mi vida ha continuado más allá de promesas o mítines.

En lo profesional ha sido un mes para olvidar, he pasado de lo extraño que supone tener responsabilidades y capacidad de decisión a tener que consultar cada paso que daba, por una parte, y por otra, desenvolverme en un entorno radicalmente diferente, empresas donde había "tochos" (ladrillos en catalánachernegado), directivos donde amas de casa o abuelucos y polígonos por campos. Cuando empezaba a tener claro cual era mi sitio, algún movimiento sísmico produce una "rueda" de cambios de directores, que termina por hacer caer al mío, así que dos semanas después sigo donde estaba, mirando a mi alrededor y preguntándome porque narices dejé aquella montaña.

En lo personal, la Mari y yo parece que hemos conseguido adaptarnos bien tras nuestro "asivestralmiento" temporal, de hecho y mirando en estos momentos a mi alredor, parece que no haya pasado un año, ella sigue tirada en el sofá, cabeza girada, mirando la tele. Mientras yo os cuento mi vida....