Hay una frase hecha, "entre todos la mataron y ella sola se murió". Así parece el PP, un alma en pena, echa jirones y vilipendiada por los intereses personales.
Las dos últimas "víctimas" de la "tormenta política" son de especial peso y referencia moral (como mola decir ahora), de Ortega Lara pocas palabras se encuentran, un hombre con su historial, solo merece respeto y admiración.
María, sin embargo, se va, porque no le gustan ciertos planteamientos de los "nuevos vientos" genoveses y porque (y esto es pensamiento particular) está cansada de luchar en un PP vasco enfrentado desde tiempos inmemoriales. Únicamente escoltada por los jóvenes (Abascal, Nerea...) y enfrentada a la facción "alavesa". Y seguramente lo segundo, para una mujer de su talla, es lo que más quema, por innecesario.
Pero lo que no tiene sentido, ni cabeza, ni pies es que "Fede" y los descontentos, descolocados y "poco valientes" utilicen su imagen para darle caña a Mariano.
Ya os he dicho en alguna ocasión, que seguramente habrá mejores que el gallego, pero en este momento, quizás lo mejor, que continúe. Haciendo renovación, porque toca. Sin cambiar los principios, por evidente y esforzándose en mantener "piezas clave", y San Gil lo es, quizás fuera de su tierra, pero lo es. Así que debería volver a intentarlo, porque merece la pena.
Y si aparece un "alternante", que sea pronto, que ciertamente, como militante, me da verguenza ver como doscientos "de los nuestros" pitan, insultan e intimidan, por mandato, sin sentido y haciéndole flaco favor a los que ellos mismos representan.
De patio de colegio, por lo menos...
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