Esa es la sensación que he tenido durante los nueve meses que he pasado en Rubí trabajando al lado de Sheila. Esta misma semana le han hecho directora y me ha dejado huérfano en la "jungla".
Se merece lo que le ha sucedido por competente, trabajadora y preparada. Durante el tiempo que hemos compartido (que debido a la plaza comporta muchas horas a la semana) he llegado a sentir que tiene que ser muy difícil encontrarte en la vida alguien tan parecido a uno mismo y eran tan evidente que a las pocas semanas con sólo mirarnos sabíamos qué sucedía.
Como hablar de ella sería referirme a mi, evitaré hacer comentarios que podáis considerar como "ensimismamiento adonista". Pero si os diré que es una tía que cree en lo que piensa, que lo defiende sin escrúpulos y se entrega sin límites.
Ahora se enfrenta a nuevo reto en el que triunfará como en cualquier cosa que decida en su vida. Suerte y al toro.
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