A GRANDES MALES, PEQUEÑAS SOLUCIONES

Cuando Solbes lo dejó (o le obligaron a dejarlo, para ser más correctos) el socialismo español se sintió libre para poder ejecutar a sus anchas las políticas económicas que rozan el ridículo tanto por las formas como por el fondo.

Me explicaré. Dice el dicho "a grandes males, grandes remedios", pues en eso anda medio mundo, Obama se gasta lo que tiene y lo que no para reactivar "caiga, quien caiga" el desaguisado, Alemania compensa gasto e ingreso (subida de IVA) para no tener que seguir endeudándose sin sentido, Reino Unido asume el control de las entidades financieras. Y en España, para llevar la contraria y haciéndo honor a nuestra historia, ponemos parches y enseñamos la zanahoria para sacudir inmediatamente con el palo.

Zapatero, que no debió terminar de dar aquellas clases con Sevilla, acomete medidas a medias, un "conejo de la chistera" para el sector automovilístico por aquí, más madera con la deuda pública por allá, de reformas estructurales poquito (pa´no molestar) y nos sube los impuestos indirectos para rozar la cuadratura del círculo.

Quizás no quepa otra que endeudarse para salir del atolladero, pero lo que termina por resultar esquizofrénico, es que no lo hagamos con "un par", jugándonos el todo por el todo, y buscando cambiar este país (y su sistema productivo) de una vez por todas.

Ayer fue el tabaco (que nos empeñamos en justicar por la vía sanitaria), para seguir sumando con la gasolina (haciendo más vergonzoso el fraude público de imponer un impuesto sobre otro, impuesto de hidrocarburos-IVA) y de aquí cuatro días, cuando se nos acaben los indirectos, le daremos un retoque al IRPF para terminar de adornar el asunto.

¿Y si nos replantemos la productividad?, ¿Y si cambiamos el turismo de zapatilla para hacer frente a la competencia?, ¿Y si en vez de comprarla a Francia, creamos nuestra propia energía nuclear?, ¿Y si revisamos el gasto corriente de las administraciones públicas?, ¿Y si rebajamos impuestos a las clases bajas en vez de regalar 400 euros a "toquisqui"?.

Nadie tiene la varita mágica, pero resulta evidente que el gobierno va dando golpes de ciego, intentando desviar la atención como pueden y haciendo de tripas corazón, a ver si con un poquito de suerte, mientras nos fumamos un "canutillo" (por aquello de los brotes verdes) pasa la borrasca y nadie se acuerda de aquí a tres años y seguimos mandando otro ratito....