lunes, 12 de octubre de 2009

VAYA MARRÓN TIENE EL NEGRO

Cuando pasas más de diez horas en un coche se agradecen noticias como la que se hizo pública el viernes por la tarde. Y es que tenéis que reconocerme que diez horas dan para demasiadas conversaciones de pareja, y cualquier ingrediente externo ayuda a evitar entrar en terreno peligroso: limpieza, salidas de fin de semana....

Pero centrándonos en el tema. Cuanto menos ha resultado sorprendente la elección del actual presidente norteamericano como Premio Nobel de la Paz.


No es la primera vez en este blog que hago referencia al exceso de responsabilidad de que estamos cargando a Obama, tanta responsabilidad como esperanza causa cada discurso, acto o gesto que el mencionado personaje haga.


En mi opinión es cuanto menos presuroso (si es que los premios nobel los entiendo bien) el darle el galardón a Barack. Tan presuroso como injusto es (también en mi opinión) esperar que una persona solucione todos y cada uno de los problemas que asolan este mundo.


Otra vez (y supongo que no será la última) mucha suerte Sr.Obama, porque como se te ocurra "cagarla" la decepción puede tomar dimensiones tan enormes como la ilusión que has creado, y sólo pensar que en algún momento suceda tiene que dar miedo, visto lo visto.

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