miércoles, 17 de febrero de 2010

PACTAR, PACTAR


Hoy era el día señalado para el anuncio de pacto por parte del gobierno a las fuerzas políticas para ver si entre todos juntitos se animan a sacar al país de la "jodida" recesión y lo que es más duro, el paro galopante.

Zapatero, que comienza a sentirse acorralado, tiende su mano al Parlamento para recuperar la iniciativa política, ¿Pero realmente le interesa el país o lo que realmente le interesa es frenar su descenso de credibilidad?.

Está muy bien que unos y otros se sacudan con sus dimes y diretes ridículos, de "si tu más", "no que tu", mientras España está en boca de medio mundo por su situación financiera. Pero los ciudadanos estamos (la mayoría) hasta las narices de la incapacidad de unos y la insuficiencia de los de enfrente para poner sobre la mesa las medidas necesarias para darle un giro a lo que estamos sufriendo.

A Jose Luis habría que decirle que tiene unos "cojonescomotemplos" después de año y pico dejando el tiempo pasar para ver si se arreglaban solas las cosas, a Mariano que debería haber tomado la iniciativa hace tiempo si es que lo que realmente le importa es la nación y no volver algún día a la Moncloa, y respecto al resto de las fuerzas políticas, mejor lo dejamos, bastante tienen unos y otros con sus preocupaciones internas (CIU, IU, PNV o UPyD).

Necesitábamos y necesitamos una reforma laboral que anime a los empresarios a volver a contratar (les guste a los sindicatos o no), necesitábamos y necesitamos aligerar el gasto público (esencialmente en contratación y gasto corriente) para no ahondar en mayor deuda, necesitábamos y necesitamos reformar el sistema de pensiones para que no sea insostenible, necesitábamos y necesitamos fomentar la productividad para que nuestra industria sea competitiva y todo esto únicamente se consigue tomando decisiones.

Pero muchas de esas cosas necesitan medidas impopulares (subir impuestos, recortar derechos, disminuir estructuras gubernamentales o ayudar a los empresarios) y para esto los políticos les tiembla el pulso. Porque nos guste o no lo que importa es gobernar.

Sean valientes, no queda otra y pongáse o no de acuerdo, pero hagan algo porque no podremos seguir viviendo de subsidios, con los inversores de espaldas y con un futuro en entredicho.

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