Muchos de mis lectores residen en mi tierra "madre" y están asistiendo desde el lunes, y retransmitido por Heraldo, al comienzo de las hostilidades tras el anuncio de retirada del hasta ahora líder del PP aragonés. Aunque líder es una palabra que al bueno de Gustavo se le antoja "larga".
Han pasado cuatro largos años, desde que unos cuantos locos nos embarcamos en la ardua tarea de renovar el partido, porque considerábamos que no se conectaba con los intereses de nuestro conciudadanos y porque el estilo que el partido imprimía no provocarían la "necesitada" alternancia en nuestra tierra. Y el tiempo nos ha dado la razón, aunque nos la negara por 42 votos de aquella fatídica primavera.
De aquella época guardo mis peores recuerdos políticos, que me hicieron distanciarme hasta el hartazgo y repudiar lo que en un tiempo fue el centro de mi vida.
Unos cuantos, la mayoría venidos del bando ganador, se apuntan ahora a la "causa", apoyados por un buen jugador (el tiempo lo ha demostrado, y eso que me debe una supuesta llamada) y los que promulgan el "cambio" hace tiempo. Veremos en que queda el asunto, porque poderoso caballero es el "aparato", aunque esta vez el "importante" está de su lado, que no es cosa menor (que diría Mariano) y algunos merecen la gloria perdida. Pero sobre todas las cosas, Aragón, lo que necesita es una "alternativa" a un gobierno disPAR, engreído en su ignorancia y falto de recursos en la necesidad (y esto llegará tras la Expo).
Así que suerte compañeros. Pero sobretodo ánimo Pedro, porque tu triunfo será el que muchos perseguimos.
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