La caída ayer, en términos financieros, de la otrora insigne Martinsa-Fadensa, no hacen más que señalar el fundamental problema que supone para nuestra economía el peso del sector construcción.
España, lleva tropezando más de 40 años, en la misma piedra, han pasado un dictador, un gobierno provisional, uno de la UCD, muchos del PSOE y dos del PP, habiéndose solucionado bien poco.
Nuestro país tiene que REINVENTARSE (con un poco de suerte y vuestra ayuda pretendo que sea mi "WE CAN" de estar por casa), y ejemplos hay. Fundamentar nuestra economía en una educación de calidad, considerando la cultura del esfuerzo como pilar esencial de nuestra sociedad, creando interés y aplicando recursos para incentivar el I+D+I, desarrollando un turismo de calidad y cultura, gestionando eficientemente las energías alternativas y colectivizándolas (es vergonzoso que alguien por producir energía en su propia casa tenga que darse de alta como autónomo).
Si hay algo positivo que se puede sacar de una crisis, es que se puede aprovechar para gestionar un cambio, para modificar actitudes y para extraer nuevas ventajas competitivas (cultura empresarial básica).
De lo contrario, seguiremos viviendo del turismo de zapatilla, favoreciendo la especulación y el pelotazo (tierra y ladrillo), alejándonos de la modernidad, perdiendo capitalización nacional por la ausencia de liderazgo empresarial, dependiendo de la energía ajena y ser siempre un país resignado a la "pandereta", la siesta y la paella.
De todos depende...
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