sábado, 30 de agosto de 2008

MI MUJER ES ASÍ

Maribel tiene afición a quedarse dormirda en el sofá. Ella mantiene la teoría que como yo la abandono para venir a mirar el correo, internet o contaros mi extraña existencia, ella se duerme.
Ya hace un tiempo, tengo el mandato (de hecho creo que empezó una vez con el anillo en el dedo, que al final la cosa va como va) que a las 12 (truene, llueva o caigan chuzos de punta) tengo que despertarla y llevarla a la cama.
Lo curioso es que se niega a reconocer que le apasiona el asunto. Disfruta tumbada en el sofá, con el mando en la mano, la cara tapada (Martina ha sacado esto mismo de su tía), la tele encendida y soplando a todo gas. Eso sí para dormir necesita algo que le guste en la tele, que mi mujer no se duerme con cualquier cosa....
Ayer mismo, cuando llevaba más de treinta minutos sin cambiar, y sin ruidos aparentes, deducí que aunque no fueran las 12 debía llevarla a la cama (entre otras cosas porque es más cómoda). Así que me acerqué y le dije que nos íbamos a dormir. Entonces recuperó la consciencia, se dio cuenta que la "mosca" era un 5 y no un 3, donde ella quería ver una serie (siento mi desconocimiento) y me dice que le cambie la tele y ponga "ipso facto" la teleserie en cuestión.
Y uno, que ha aprendido que es mejor ser vasallo, que enfrentarse, obedecí. Cogí un cigarro, salí al patio y un minuto después de la escena, había vuelto a su ser, tumbada, el cojín tapando los ojos y felicidad absoluta....porque ahora sí, en la tele sonaba lo que quería...que digo yo....

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