Cuando uno es joven, y tiene admiración por la gente con "supuesto" reconocimiento, imagina comportamientos extraordinarios, seriedad sin límites, creatividad, algo diferente al común de los mortales.
Cuando te vas haciendo más grande (que no mayor), y tienes experiencias y conoces gente, entiendes que es precisamente el idealismo lo que te hace concebir vanas esperanzas sobre otros mortales tan comunes como tu.
Garzón siempre fue visto, como un juez valiente, comprometido y tenaz. Luchó y puso en marcha la mayor parte de la legal persecución a los asesinos de ETA, brillantemente, sobre todo en unos años finales de los 80, principios de los 90, donde los terroristas tenían todavía santuarios en Francia, apoyo civil en Euskadi y miedo que meter a los españoles.
Después se metió en política, como un elefante en una cacharrería y tal como llegó se fue, por la puerta de atrás y enfrentado al Felipismo. Después se diluyó en la Audiencia Nacional, su estrella se fue apagando y como todo ser mediático, no paró hasta encontrar los focos, con la tan recordada "causa Pinochet". Ya por entonces, el hoy vocal del CGPJ, nos decía en una comida que Garzón estaba más pendiente de los "papeles" (periódicos), que de los casos.
Y como la cabra tira al monte, vuelve a la carga, ahora con la filón sensible de la guerra civil. Vistiéndose de justiciero del "todo a cien", blandiendo la espada de los rencores y haciendo gala de provocador de poca monta.
Malo fue que un gobierno abriera la herida, superada por muchas generaciones (entre ellas mis abuelos, hoy fallecidos) con la vuelta de la democracia. Aunque a la izquierda y los izquierdas se les hinchara el pecho por verse reconfortados tras la derrota (que fue de todos), por sentir que nuestro gobierno limpiaba (a medias, como han reconocido todas las asociaciones pro-memoria) los nombres de aquellos (muchos la mayoría, pero no todos) que cayeron defendiendo la libertad y la república (aunque esas palabras a veces chocaran y que se lo pregunten a la CEDA).
Pero peor es que un tío que tiene más de cinco años de retraso en su juzgado, se empeñe en desempolvar la misma historia con otra perspectiva. O pensamos mal y quién sabe si con la que está cayendo, al gobierno ya le va bien que se hable de fosas y no de "agujeros", económicos digo....
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