Os escribo desde una impresionante sala de la Biblioteca Publica de Nueva York, y gracias a los consejos de mi cunada disfrutamos de 45 minutos gratuitos de internet.
Si ayer os dije que estabamos molidos, hace tan solo veinte minutos pareciamos dos abuelas cruzando un paso de cebra, hace horas que no me siento los pies y los gemelos...y es que los excesos de ayer estamos pagandolos.
Ayer la presion del minutero en el internet-coffee y el exceso de correo no me permitieron contaros nuestro primer dia. Comenzamos bajando toda la 4 avenida para llegar al Downtown (lo de abajo vamos), y siguiendo las directrices de Lonely Planet nos encaminamos en la busqueda de una Sinagoga que era el comienzo de un itinerario a pie. El hecho es que donde se nos indicaba no existia tal sinagoga, como alguna cosa mas que nos fallo, pero esta ciudad lo engulle todo, nada parece eterno y su movimiento es tal que no me extranaria que las cosas desaparecieran solas.
Recorrimos Chinatown, pudiendo pensar que estabamos en el mismo Pekin, decenas de calles llenas de tiendas chinas, recorridas por chinos y con poco parecido con los EE.UU, de ahi pasamos a Little Italy (y tan little porque apenas son dos calles), que se encuentra engullida por la propia chinatown (incluso creo que los restaurantes donde sirven comida italiana son de chinos), eso si cierto encanto tiene...o mucho quizas.
Nos dirijimos, no sin perdernos un par de veces, al corazon financiero del mundo. Recorrimos Broodway street, cuando aparecio a nuestra derecha un ENORME AGUJERO, ni mas ni menos que la llamada zona cero. Cuando lo ves, o al menos yo, no pude sentir un escalofrio imaginando lo que pudo pasar aquel 11-S, sinceramente brutal, un socavon de dimensiones extraordinarias entre un enjambre de rascacielos, todavia no entiendo como pudieron colarse y como llegaron a impactar, pero os juro que por mas que pienso no puedo comprender el porque de aquello.
Tras intentar dar una vuelta infructuosamente, nos dirijimos ahora si al templo de las vanidades y del dinero mundial, Wall Street. Se accede por una pequena calle, que te pone enfrente de la Reserva Federal y caminando paralelo al NYSE (o la bolsa vamos). Al girar la esquina ves la imagen que nos hartamos de observar en television, con una enome bandera de punta a punta del Edificio (aunque la sensacion, como con el tema de los rascacielos, es que parece mas pequeno de lo que esperaras).
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