La realidad social de Cataluña es un auténtico rompecabezas que acaba por reflejarse en los resultados electorales y el amplio abanico de fuerzas políticas que tienen representación.Y basándome en mi propia experiencia, dos son los factores que han provocado la marginalidad de los populares en esta tierra, el primero la influencia del nacionalismo y por otro la herencia histórica del obrerismo propio del desarrollo industrial que Cataluña posee, evidentemente proclive a la izquierda.
Así, mientras el eje nacionalista mantuvo durante años una preeminencia fundamentada en los años del Pujolismo y en contra de muchas opiniones creadas (basadas en la polarización izquierda (ERC) - derecha (CIU), el bloque ha derivado entre soberanistas e independentistas.
Al otro lado del arco político, el PSC, fundamentado en el cinturón "rojo" de Barcelona y las grandes ciudades del resto de provincias y la marca catalana de IU, ICV, revestido de un catalanismo populista de una izquierda acomplejada y sin argumentos en su base de votantes (sólo hay que ver donde se encuentran sus mejores resultados para romper el mito). Finalmente y arrinconado el PP.
Durante años, el Partido Popular equivocó su estrategia basándose en captar voto en el caladero erróneo, y es que un nacionalista puede votar con el bolsillo, pero es incapaz de traicionar a su corazón y a tenor de lo sucedido últimamente (Badalona, Castelldefells) la solución está mirando hacia el lado opuesto, donde sí están dispuestos a anteponer la cartera a la ideología, y perdonar a esa "cuadrilla de fachas" si mejoran la situación en la que nos encontramos.
Con el tiempo, y esto es una reflexión personal con el único fundamento de mis propias creencias, aunque los medios de comunicación de por aquí se empeñen en demonizar a la "derecha españolista", si el PP consigue situarse capitalizar la recuperación económica (que tarde o temprano ha de llegar), y evitar discursos de tensión con la Generalitat, hay gente dispuesta a dar un voto de confianza que con el tiempo pueden convertir a ese partido en una realidad que hasta el momento no ha tenido.
Pero de momento, motivos para la preocupación, con el mejor resultado nacional, el PP no consigue arrastrar a las urnas a más votantes que en los mejores momentos del Aznarismo...así que más que nunca la gestión y los gestos del próximo gobierno (unido al futuro de los ayuntamientos gobernados por García-Albiol y Manuel Reyes) pueden suponer un cambio de rumbo para el futuro político de esta tierra, o perder una oportunidad histórica y seguir en la marginalidad política. Y no es poca cosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario