martes, 3 de julio de 2007

LO PROMETIDO ES DEUDA

El tema del Partido Popular de Aragón, su presente y su futuro, me tiene intrigado por mi histórico y por los intereses personales, que aunque mermados sigo teniendo en el asunto.
Las últimas elecciones han demostrado que el PP aragonés mantiene demasiada distancia con la ciudadanía, en la ideas, en los gestos pero sobretodo y en opinión propia en la personas.
Tras la marcha de Lanzuela, por la puerta de atrás, y el asesinato de Gimenez Abad, el centro derecha perdió su referente de liderazgo. Gustavo Alcalde a mi entender fue una solución de emergencia que se ha perpetuado por intereses partidistas en un principio y personalistas en el final. ¿Pero qué se nos plantea en este momento?.
Ningún candidato ha repetido tras dos derrotas electorales, y tampoco lo hará Alcalde. El problema de fondo es quién puede reconvertir la situación actual.
El último Congreso fue el detonante de la huida hacia delante de muchos de los sectores (familias según prefieren denominar los entendidos). Y los resultados arrojados por las urnas, la decisión de los ciudadanos han reflejado que muchos o casi todo erraron en sus decisiones congresuales.
El futuro presenta quietud hasta las Generales y "guerra" tras las mismas, la conquista de la sucesión tiene pinta de quedar al margen de la voluntad de la dirección general y de ello van intentar beneficiarse muchos de los posibles "sucesores". Es evidente que hay gente colocada, tipo Suárez, líderes provinciales que deberán buscar su "chance", Torres y Blasco han dejado pasar demasiado tiempo y puede que sea éste el que les niegue las mieles del poder, viejos "veceros de oro" a los que lanzan cantos de sirena hasta Bruselas. Y finalmente el "amigo" Buesa que experto en arenas movedizas y apoyado por interesados y experimentados "magos" del equilibrio buscará su "tesoro más codiciado". Pero como va para largo, de candidatos hablamos otro día.

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