miércoles, 17 de octubre de 2007

LA CHISPA ADECUADA

Quizás no se pueda imaginar mejor final para una bonita historia, quizás es el azar el que juega con nosotros caprichosamente, pero disfrutar a los Héroes, en casa, en el Pilar, con Maribel, con mis amigos, no sólo puede ser cosa del destino.
Como dijo Enrique, sólo por ver el escenario mereció la pena ir, el símbolo, la "marca" de Héroes del Silencio tiene algo de místico y atrayente digno del mejor "marketing", verla en rojo sobre fondo negro y caer la noche en la "ciudad inmortal" algo sublime. Estar dos horas antes nos hizo tener una buena posición, un buen encuadre para disfrutar del espectáculo, antes que la marea inundara el estadio. Antes de que las luces se apagaran y la música envolviera el ambiente.
Las guitarras acariciaban "El estanque", para entonces mis ojos se habían empañado, cuando uno desea algo tanto tiempo, al llegar le parece mentira que esté sucediendo y cuando termina parece que nunca lo hubiera hecho. Así me sentía en ese momento, miré a mi alrededor y vi sus caras, su indisimulada felicidad, me sentí dichoso y afortunado por estar en un momento histórico (uno crea sus propios mitos, y los míos son ellos, porque han puesto música a muchas partes de mi vida).
Es verdad que tocaron lento, que Bunbury estaba tocado, que los años no perdonan, pero "Sirena Varada", "Entre dos tierras", "Héroe de Leyenda", "Hechizo" son suficientes para poner los pelos de punta, para hacer pasar por mi cabeza miles de recuerdos (el parque, el Tarazona, el concierto del Huevo, el viaje de estudios...), símplemente son buenos, podrán gustar más o menos, pero nadie en su sano juicio no disfrutaría de miles de almas cantando, gritando, gozando aquella "Chispa Adecuada", quizás la mejor del concierto.
Fueron más de dos horas de concierto (retirada momentánea a parte), dos horas de berrearle a Maribel al oido, de cogerla, de sentirla, seguramente por ella fue todo tan especial, o aún más si cabe.
Héroes del Silencio tiene algo diferente, un sonido distinto, letras suficientemente enrevesadas, no se si deberían volver, lo único que se es que necesitaba volver a verlos.

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