Ha sido un mes intenso, de emociones, de vivencias y de recuerdos. Sin duda el mejor mes de mi vida.
Ayer volví a la montaña, a la rutina y al silencio. Porque si algo define mi vida tras salir de la oficina en Bellver, es el silencio. No quiero ponerme trascendente, porque sabía lo que había, pero es inevitable que mi cerebro repita imágenes y me sienta demasiado solo.
Poco he hablado de la boda (de lo sucedido), pero es que se me amontonan los sentimientos y he decidido quedármelos dentro. Sólo quiero darles las gracias a todos, por estar y por disfrutar del momento más importante de mi vida, seguro que en el futuro haré referencias a momentos vividos. Llevo un rato intentando subir fotos al blog, pero esta conexión vía móvil no me lo permite, prometo hacerlo en el futuro.
Pero si os apetece saber cómo terminó os daré una pista: YOUTUBE: buscáis BODA MARIBEL Y RUBÉN y juzgáis vosotros mismos.
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