Ya estaba en Zaragoza, cuando ví la presentación del número dos del PP para las próximas elecciones generales. Después de verla, decidí que merecía la pena un post, porque el tío se lo curró, contando que nunca había estado en mis preferencias (aquí estuvo presidiendo Ibercaja, y los recuerdos que guardo no eran precisamente buenos).
Lo que os decía, tras día y medio de resaca, todavía mi cabeza da síntomas de haber pasado momentos difíciles, tengo, antes de seguir, que saludar a las dos últimas incorporaciones como lectores a este humilde blog, así que un abrazo para Toño, y sobretodo para su padre, bienvenidos.
Bueno, allí estaban Mariano y Pizarro, fondo azul, "las cosas claras", expectación, mucha expectación, tanto por el personaje como por lo sucedido (tema Gallardón). Rajoy, me pareció, más Rajoy que otras veces, más líder, más confiado, más liberado (quizás sabe que es la última que tiene y si no se va a la calle). El de Teruel, sin embargo se mostró más nervioso en su primer embite ante el micrófono.
Luego, pareció gustarse con las preguntas, con el cuerpo a cuerpo, con la "agujas" de los reporteros. Dio datos sobre sus declaraciones como presidente de Endesa y Cataluña, dio números de inversiones, marcó líneas de su actuación como líder de la eléctrica y su "lucha" en beneficio del accionista (hay que darle la razón, puesto que con su firmeza antiOPA, consiguió que éstos recibieran el doble del valor de sus acciones, respecto al inicio de la "gresca").
Me gustó su claridad, su facilidad para enlazar cosas, su hablar claro y con acento aragonés. Al final me queda la duda, si eso es lo que más me gustó, ver a "uno de los nuestros", de Teruel para más Inri, tan alto, tan cerca.
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