Ayer, y contradiciendo mis pronósticos (y mis anhelos) "el mejor club del mundo" volvía a proclamarse campeón de Liga, y ya van 31. Pero semejante celebración me pilló fuera de todo epicentro festivo. Nada menos que en Sant Feliu de Guixols en Gerona.
Así que recibí el mensaje de mi Roncho, la llamada de Tomás y comprendí que no iba poder celebrarlo como la ocasión lo merece, más si cabe aquí, "in your face".
Pero de repente, me parece escuchar un cohete, ¿será posible?, otra vez, tiene que serlo. Al grito de ponte algo Mari, a la calle, intentando escrutar de donde venía el sonido. Calle abajo, y si, al final, en el paseo...allí más de cincuenta valientes (también había valientas), engalanados con banderas blancas (también la nacional, de España, por si acaso). Gritos, abrazos y algún repaso a los coches...no es Mataró, pero nunca amarga un dulce...
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