lunes, 24 de noviembre de 2008

PROBLEMAS CON EL IDIOMA

Como ya he tenido os he dado suficiente ración de política y economía, ya antes de que alguno me llame la atención por "pesao", os contaré las visicitudes de un "cazurro" en Cataluña y es que cuando llegas aquí, el idioma se convierte en toda una aventura, un contínuo aprendizaje que te lleva a vivir situaciones como las que os relato, tanto influye un idioma en el otro, que aquí nadie es capaz de saber si "rajola" es en castellano o viceversa y si un "lampista" es un fontanero, un electricista o un "paleta" especializado.
Al principio, estaba un día esperando a que Maribel saliera de algún sitio y toda vez que me quedaba para un rato, decidir ir a un bar a tomar algo. Era por la tarde y aunque soy de pedir cafés a todas horas, aquel día me apeteció una naranjada (fanta o kas tanto daba). Así que me acerco a la barra y le pido al camarero la comentada naranjada, contestándome el buen hombre "quieres una cañita", joder me dije yo, el pavo no me ha entendido, yo lo que quiero es una naranjada, un refresco de naranja, de esos de la lata naranja de toda la vida. Pero al ver que ponía cara de extrañeza y que no contestaba decidió ponerme cuatro hielos y una rodaja y obviar el asunto. Después descubriría que lo que en Zaragoza llamamos "pajita" era una cañita, y no una Ambar de toda la vida....
No menos curioso fue la primera fiesta a la que asistí. Cenamos y cuando llegó el postre, me ofrecieron un poco de "coca". "Caguenelcopón", maño, como se las gastan, pensé. Dije que no me apetecía, por evitar el tema, poco después aparecieron con un pastel. Y llamadme mal pensado....
Y cuando entré en el banco, el interventor no se quedaba a comer y el director salía un poco antes, con lo que me tiré toda la semana yendo a la "Masia del Castell" de Cabrera sólo. Especialmente duro fue el primer día y con la carta únicamente en catalán: de primero había cigrons, amanida y trinchat, de segundo mandunguillas, lluç y bistec. Madre mía, pensaba, los cigrons tenía que ser algo chungo, la amanida sabía que era ensalada, pero el trinchat, eso sí que no tenía explicación ninguna. ¿Y el segundo?, mandunguillas tenía pinta pescado, el lluç cualquier cosa y bistec era la única palabra razonable. Así que amanida y bistec y así sobreviví toda la semana. Total quien podría pensar que lo primero eran garbanzos, el trinchat una mezcla de col típica de la Cerdanya, las mandunguillas las famosas albóndigas y el lluç una simple merluza. La verguenza de no preguntar me mantuvo a régimen toda la semana, no hay mal que por bien no venga.
Y así ando, intentando descubrir palabras nuevas todos los días, haciéndome entender como los indios (pero sin pipa) y jugando con Carlos (el primo de Maribel) a la palabra más difícil, por cierto hoy es su cumple, así que FELICIDADES y puestos.....Funoll?...

5 comentarios:

Marcos dijo...

Ahí va otras 2 palabras:
Vorada y voral

Rubén Losilla Morales dijo...

Merçi macu.

Tomás dijo...

Esta frase te gustará maño: Troç de meuca, perque no em neteges el sabre??!

Marcos dijo...

ves a comprar una carmanyola que l'ompliré de civolet.

¡Toma ya!

Anónimo dijo...

jejejje, muy bueno el post! jo també ho he viscut...! Petonets