Nunca había estado tanto tiempo sin escribir, pero en mi favor diré que nunca había estado tan ocupado, tanto laboral como profesionalmente. En estos 18 días me ha pasado de todo, como en botica, bueno y menos bueno.
Ví la derrota (en vivo y en directo) del Athletic de Bilbao, acompañando en el sufrimiento a Joan Ignasi en el Camp Nou, despedí a mi compañera Belen que ahora anda por Leon (dejándome huérfano y hasta los topes de trabajo), he vivido dos semanas de infarto en la oficina (contradiciendo a los periódicos), difruté de un enorme finde semana en Zaragoza (cenita con Helen, Ro y Chía el viernes, y desenfreno con los "locos" de mis amigos el sábado), me divertí con Spamelot en el teatro el día del padre, celebré con el mío (padre, digo) su cumpleaños y terminé comiendo una paella este finde semana en la playa, jugando a la pocha con Inés y Jorge y humillándome en una partida de tenis dominical, de la que todavía tengo secuelas....
No he tenido tiempo de aburrirme, como podéis ver. Y en estos días también he sido "tío segundo" (el título me coloco yo) puesto que Elena ha nacido, acabando con el sufrimiento de Susana y empezando el de Roberto. Jesús tendrá un vástago masculino que nos alegra a nosotros y menos a ellas y la vida sigue corriendo, a veces tan deprisa, que dan ganas de gritar que alguien pare esto, que no me estoy enterando de nada...
No hay comentarios:
Publicar un comentario