
Llevo tres años (algo más) viviendo en Mataro, y he perdido la cuenta de las veces que han atacado la sede de la foto. El sábado fue una más.
La cataluña plural e integradora es incapaz de entender que existen unos cientos de miles de personas que piensan diferente, que se niegan a someterse al dictado del NAZIONALISMO OBLIGATORIO y se resignan a pensar que el silencio es la única forma de vida.
Se que no hago lo que debiera y que hechos como estos deberían bastarme para dar un paso adelante y enterrar el hastío de lo pasado. Pero de lo que podéis estar seguros es que me duele saber que gente como vosotros tenga que aguantar esto en su propia tierra.
Llamadme loco, exagerado y tremendista, pero se empieza poniendo dianas, atacan tus sedes, te señalan por las calles y termina con algún "iluminado" empuñando un arma para honrar una bandera, una cultura y una lengua.
Y si le echas un par de huevos, como aquel de la Herriko, tienes que largarte, hacerte invisible y seguir callando, ¡Que pena!, ¡Que asco!, ¡QUE MIEDO!.
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