Los políticos españoles no son rara avis, el mundo está lleno de corrupción, a todos los niveles, pero especialmente duele cuando es con el dinero de los demás. Pero España, que para algo es España tiene predilección por la cutrería a la hora de utilizar el herario público de manera fraudulenta.Pepe Marco, ya demostró en Aragón de lo que es capaz el ser humano en su afán "esquilmador", el tío tuvo los "santos cojones" de llevarse hasta el sillón de la Diputación a casa, amén de otros enseres, y como éste, ejemplos no faltarían.
Pero lo que duele de lo de Camps, es que hubiera sido tan fácil maquillar el asunto que parece de niños lo que está sucediendo. Todo un presidente de una Comunidad Autónoma, que arrasa en cada cita electoral, se pone en entredicho por cuatro "trapos". Poniendo en una situación más que difícil a un partido que lleva seis años a la deriva y que amén de tesoreros, falta de liderazgo y dimesydiretes internos parecía levantar cabeza.
Paco, lo tuyo tiene delito...
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