QUE NO CUNDA EL PÁNICO

La bolsa parece empeñada en seguir ahondando en la herida, y como el dinero lo que tiene es que provoca el pánico más absoluto, la gente tiene la sensación de que lo peor todavía no ha llegado y que nos espera el más negro futuro.

Se que se hace difícil ver alguna mejoría con un gobierno que nos dijo que no llegaríamos a los cuatro millones de parados, y ya los hemos superado, que no subiría los impuestos, y en ya lo notamos en nuestras nóminas y que no movería un dedo en materia laboral, y estamos en ello. Al margen de que os vais a pegar trabajando hasta que la artrosis os deje.

Pero ni estamos peor que hace un año, ni nada de lo que sucede tiene carácter excepcional. El paro continúa en escalada porque nuestro sector productivo tiene una enorme temporalidad, nuestra industria sigue dependiendo de la exportación para subsistir y las horribles noticias (ahora somos PIGS) que nos pronostican facilitan que los capitales exteriores huyan del Ibex dejando nuestras vergüenzas al desnudo.

Ahora solo queda ser positivo, seguir trabajando para que nuestras empresas encuentren nuevos nichos y proyectos de mercado, conseguir modificar nuestro esquema productivo para ser más competitivos y no tener miedo a gastar para que no se hunda el consumo.

Impuestos tendremos que pagar, porque alguien tiene que soportar el gasto que hemos emprendido (me ahorro las valoraciones) con tal de no disimular el descosido, así que mejor poner buena cara al mal tiempo y esperar a que los señores políticos empiecen a tomar decisiones coherentes de una vez por todas, difícil, pero no imposible.