domingo, 4 de abril de 2010

MORIR MATANDO

Dice Martín que no puedo quejarme de los naciolismos, cuando yo mismo soy un "nacionalista español". Me parece que mi buen amigo reduce a un simplismo absoluto un pensamiento que va más alla de un patriotismo reconocido.
A mi de los nacionalistas me distancian muchas cosas, en primer lugar, y básicamente, la imposición, los nacionalismos regionales (por llamarlos de alguna manera) tienen la necesidad de ir imponiendo su pensamiento con el objetivo de crear una conciencia de nación que la gente por si misma no tiene en su "esquema mental".

Otro día os hablaré de Pujol (estoy prácticamente acabando su segundo libro de memorias), pero hoy es un buen día para reflejar aquello de lo que hablaba hace unas líneas. Hoy, día del Aberri Eguna, Euzko Alkartasuna ha decidido abrazar al "batasunismo" para no morir en las urnas, para no desaparecer de la fauna política, a costa de la libertad, de la ley y del horror que soporta su tierra. Y es que cuando el nacionalismo se encuentra atrapado, acorralado por la derrota del olvido de los ciudadanos, tiende a radicalizarse buscando votos donde antes se negaban a "pescar".

Hoy es el País Vasco, como ayer CIU se unía a las tesis soberanistas sin recelos o el Bloque se lanzaba a la calle por la política lingüística de la Xunta. Porque no hay peor miedo, que el miedo a la libertad...

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