
Mi amigo Jose Luis lleva un par de años para olvidar. Primero le pillamos contándonos una trola con todo el tema de la crisis, el pleno empleo y otras cosillas. Luego se le volvió en contra su estrategia internacional. Más tarde le llamaron al orden los líderes mundiales. Los sindicatos le montaron una huelga general. Y para rematar, ni siquiera su propia "parroquia" ha sido capaz de apoyar sus decisiones de imponer un candidato (avalado supuestamente por las encuestas) para la Comunidad de Madrid. Normal que mi amigo ande algo perdido.
Y es que la política de masas puede ser cosa de talante, de sonrisa, de promesas y de tener un tipo tan incapaz como tú enfrente tuyo. Pero la política de partido, amigo Jose Luis, es mucho más que eso, podías preguntarle a Mariano y la liada que tiene (aunque está por reventar) en Asturias.
Y en total (que diría mi amigo Frasco), que Jose Luis, confiado en sus huídas hacia delante, puso la maquinaria del aparato federal a trabajar para que "la Trini" ganara, utilizó a todos sus ministros, adláteres y otros cargos orgánicos a repetir cansinamente en la prensa que debía ganar quien fuera capaz de presentar batalla (siempre según las encuestas, que por cierto nadie conoce) a la Espe.
Pero al presidente la estrella parece habérsele apagado, con las encuestas (las de verdad) pronosticando un batacazo histórico, la economía sin despegar, el paro por las nubes y las elecciones municipales y autonómicas a menos de un año vista, ahora tampoco parece encontrar en su propia militancia el respaldo que pretendía. Y cuando los tuyos te abandonan....
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