
Estábamos en Egipto cuando Maribel llamó a su madre. Estábamos rodeados de los que fueron nuestros compañeros de viaje, cuando a ambos se nos iluminaron los ojos por saber de (con perdón de sus padres) nuestra niña, y los demás nos miraron con la sensación de que estuviéramos hablando de nuestra propia hija.
Y es que vivir en familia, que dicen tiene muchos inconvenientes, en esta nuestra comunidad, a parte de compartir sal, confidencias y otros diarias alegrías y sinsabores, nos permite asistir a la evolución de este "bicho" que ha cambiado nuestras vidas.
Ayer hacía tres años (aunque hoy siguiera empeñada en decir que era su cumpleaños mientras hablaba con Chamo, a quien corresponde el día), y no deja de ser emocionante, llegar a casa, picar al timbre y seguir escuchando que está escondida.
Un día juegas, otro la escuchas, otro las buscas y otros, los menos, recibes su indiferencia porque está cansada. Pero no me imagino mi vida, sin parar en el primer piso, pedirle mi beso y abrazarla. Orgullo de tiet.
1 comentario:
Que me has emocionado!!!
Lamento haberme olvidado de tu aportación en el post de cifras del finde, no volverá a ocurrir.
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