jueves, 18 de noviembre de 2010

ERAN DOS TIPOS REQUETEFINOS

Hace unos años, más de tres, cuando de nuevo sentí el gusanillo (incentivado en parte, latente en su mayoría) el de la izquierda de sus imágenes me ofrecía la posibilidad primero de entrar en una candidatura (cosa que desestime por considerarme un "paraca" cualquiera) y luego de trabajar en la organización de la campaña.
Días después descubrí que mi opinión poco iba a contar, y que realmente quien dirigía los hilos era el anterior portavoz municipal y la empresa de marketing/comunicación de la que es socio mayoritario. Así que medio herido en el orgullo, medio decepcionado, decidí que mejor volver a la agradable tranquilidad de las "bases".

Y lo que fue un contratiempo con el tiempo se convirtió en decepción. Demasiadas cosas que había vivido, una candidatura hecha a antojo del candidato, el alejamiento de la organización, la elección de una alternativa (Montserrat Nebrera que ilusionaba con el cambio, para abandonar el barco nada más perder las elecciones interna) con objeto de labrarse un futuro y lo más triste, agarrarse al poder contra viento y marea, utilizando el cargo para interés propio y creando tensión innecesaria en cada acto de partido. Así las cosas, llegó el momento de apartarme (un poco más), por asqueo y por indiferencia.

Tres años después, y viendo al "toro" desde la barrera, hoy ha vuelto a darme motivos para convencerme de que bendito el día que dejé aquel mundo, hoy, acorralado por la indiferencia de su partido, aprovechando el altavoz (y el sueldo) que el mismo le brinda, ha tirado por la calle del medio poniendo a parir en la prensa a un tipo, al que se le podrán criticar muchas cosas, pero no dedicación, ganas y bondad (que a JM, a veces, de bueno...) y anunciando que no asistiría al miting central de su candidata en la comarca.
Y así se lo hecho saber, gracias Paulino por volver a demostrarme que la política está hecha para los convencidos, o para gente como tú, o tu amigo Joan, que dado que los "suyos" lo arrinconaron privándole de la notoriedad que deseaba, ahora se "rebela" fotografiándose con Albert Rivera, abrazando la nueva fe, cual desdichado buscando consuelo.

Mira que me cuesta, por aquello del sentimentalismo, dejar las gaviotas de lado, y no será porque no me guste la música (que no tanto la letra) que nos propone Ciutadans, pero ver algunas fotos hacen dudar al más creyente....

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