
Hace unos días le agradecía recordarme mi acierto al dejar la política.
Hoy y después de que hayas abandonado las siglas que te convirtieron en regidor (el concejal de estos lares) y sin embargo te niegues a dejar la "silla", hoy Paulino queda claro que tanta palabra, tanto proyecto y tanta demagogia quedan en entredicho cuando no eres capaz de dar carpetazo, cerrar un ciclo y marcharte a casa, porque eso es lo que haría un hombre íntegro.
Podrás utilizar la red para defenderte y que los tuyos lo hagan, pero lo que es indefendible es que te des de baja del partido que puso sus votos (nunca lo olvides, tendrás tiempo de comprobarlo) a tu servicio para que defendieras tus ideas (y alguna de los demás) desde el salón de plenos del ayuntamiento, facilitando tus ingresos económicos con una dedicación exclusiva y haciendo tu imagen pública y también tus opiniones, y ahora, que ya no puedes seguir en él (los motivos son más complicados) no renuncies a lo que ya no te pertenece.
Por sus hechos les conoceréis....
1 comentario:
Sublime! No podría estar más de acuerdo con tu, breve, pero conciso escrito.
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