
Tiene bemoles el asunto, resulta que la historia tiene estas cosas, y quien defenestraba liderazgos según interesaba al Partido, acaba recibiendo la misma medicina. Pero como el perjudicado es él, ahora nos vende falta de democracia interna y desdén de la dirección.
Álvarez-Cascos fue el Secretario General que mantuvo firmes al Partido Popular tras el congreso que encumbró a Jose María Aznar como presidente, fue quien sofocó con la política de "échate a un lado" las disenciones con la dirección, sonada fue la renuncia de Vidal Quadras y aunque menos conocida también la salida de Sergio Marqués en Asturias.
Tras años de subasta de arte de mano de su querida, el antiguo general decidió que estaba "jarto" del anonimato y las revistas del corazón, y llamada del poder volvía a golpear su puerta, así que aprovechó a antiguos compañeros de directiva, amigos influyentes y políticos asturianos en horas bajas para promocionar su candidatura a la presidencia del Principado.
Pero "hete aquí" que Mariano (dicen que mucho tuvo que ver Cospedal en el asunto) había decidido que tocaba renovación a nivel general, y en la línea acometida en la mayoría de Comunidades nombraba a un supuesto joven valor para tal encomienda.
Afrentado en su honor, y lo que es peor en su orgullo, Álvarez se echó al monte, rueda de prensa incluída, para hacerse el mártir, anunciar su abandono de la afiliación y provocar un terremoto de los que llenan periódicos dejando en el aire una posible candidatura alternativa.
Así se escribe la historia, quien impartía justicia en nombre del interés general se niega acatar lo que hasta hace poco él mismo predicaba......pues sabes lo que te digo Francisco....que te vaya bonito....
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