Seguramente miles de españoles han dedicido con aquello del año nuevo emprender nuevos (que al final se convierten en viejos en menos de una semana) retos con los que cambiar algo que no les gusta, unos kilos por aquí, unos cigarrillos por allá, un poco de deporte....
Pues conste que no era mi idea tras el día uno, así que en principio no tenía intenciones de convertirme en uno más de esos que antes os comentaba. Todos conocéis de mi "adicción" (que chungo queda por favor) a echar humo cual chimenea, y conste que reconozco cierto placer en el hecho, mucho más cuando estaban acompañados de un cortado, un croissant y la lectura de La Vanguardia, una de esas cosas por las que merecía la pena levantarse a trabajar, almorzar.
Pero el primer día de este año, mejor dicho el segundo, entraba la ley antitabaco, y con ello el mencionado placer se acabó, uno iba al bar a media mañana, pedía su tradicional desayuno, cogía La Vanguardia, sinceramente, no era lo mismo. Así que como un apestado, entre el bar y la oficina te fumabas como podías un cigarro que evidentemente ya no estaba disfrutando.
Así que como buen aragonés, decisiones drásticas. Jose Luis me prohibe, yo me niego a financiarle y como dicen que cuando lo dejas engordas, pues matemos dos pájaros de un tiro, me pongo a dieta....y así llevamos 8 días, por el camino, un importante resfriado que me ha apartado de esta bitácora unos días.....os iré contando cómo van ambas cosas.
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