Desde que estoy en Cataluña, he observado un hecho curioso, algo que me hacía enfurecer al principio y que en estos momentos se convierte en un hecho criticable hacia los más "furibundos nacionalistas de la lengua", de los que he conocido unos cuantos.
Los catalanes, mejor dicho los "nacionalistas", no soportan escuchar que se hable en su propia tierra de Lérida o Gerona, no lo soportan ni siquiera si estás hablando en español, siempre esgrimen que sus ciudades se llaman Girona o Lleida y que está muy feo hacerlo de otra manera.
Y sin embargo, al hablar de Osca, Terol, Saragossa, ellos creen estar en lo justo, en lo ecuánime, pero "mis" ciudades se llaman Huesca, Teruel o Zaragoza, en español, en catalán y en euskera, o por lo mismo si no, se llaman Lérida o Gerona las suyas. Los "nacionalistas" quieren lo propio (incluso a veces es justo) y lo ajeno, quieren denominar en "su" idioma como gusten y que los demás denominemos como desean en el nuestro. Éso es injusto, es cruel y es egoista.
Pero ellos son los oprimidos, los expoliados y los odiados. Son ellos los que queman banderas, fotos, impiden la devolución de los bienes, mienten y falsean la historia en su interés, hablan de los españoles como hablan.....eso también es crispación, eso también es odio y eso también es vuestra culpa.
Dirán lo que quieran, se justificarán como les de la gana, pero empiezan a parecerse demasiado a los de la kale borroka y las pistolas, y Cataluña no se lo merece, porque además no le interesa.
A Cataluña, le sienta bien España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario