El gran descubrimiento de nuestra estancia en Nha Trang fue el chofer, un tipo parecido a Bruce Lee pero con voz de "la senyorita pepis", un tio que si lo vieras de noche te cambiarias de acera y que nos ha acercado el Vietnam real a nosotros.
Uno de los dias nos llevo a probar comida tipica del centro de Vietnam, rollitos de arroz condimentados con todo tipo de hierbas y acompanyados de carne de cerdo. Delicioso, sutil y sobretodo barato, Maribel, el guia y yo salimos a 3 euros, por cabeza no, tres euros los tres....
Al dia siguiente teniamos dia de descanso, sin visitas, y habiamos planeado realizar snorkel (buceo con gafas y tubo para los que no les diga el nombre), de nuevo el guia nos hizo ahorrar dinero y quien sabe si tener mejor forma para hacerlo. El autobus del Blue Sky Diving vino a buscarnos al Hotel, nos dirigieron a un barco y de alli a una Isla, despues en embutirnos en los trajes de neopreno y las gafas nos tiramos por la popa, un vietnamita achinado abria el camino, al principio, alejados de las rocas, apenas se distinguia nada, una constante cortina de arena (tipico en las aguas de Vietnam) lo tapaba todo, pero al acercarnos a la Isla, un espectáculo impresionante, coral, coral a raudales, impresionantes figuras, extranyas plantas, la naturaleza caprichosa y nuestros ojos para verlo. Peces, todos, de todos los colores y formas. Os vuelvo a repetir, impresionante, no he visto el Caribe, pero esto ya merece la pena. Tras un almuerzo en el barco, donde descubrimos que habia otro espanyol a bordo (gallego, afincado en Trodheim /Noruega, profesor de Universidad que impartia un curso en aquella zona, va a ser verdad que siempre donde vayas habra un gallego), tras el almuerzo a otra Isla, que esta vez rodeamos para comprobar el rugir de las olas y la fuerza del mar, otro atracon de coral y para casa.
Aquella tarde la dedicamos a descansar en el Hotel, tirados en las hamacas de la playa privada, con combinados en la mesa y disfrutando de la puesta de Sol. Era nuestro ultimo dia en Vietnam y la ocasion merecia que la cena fuera acorde con lo celebrado.
En el paseo de la playa habiamos divisado un pequenyo restaurante, con decoracion asiatica (elegante, que aqui lo cutre tambien abunda), y alli nos dirigimos, tras esperar media hora, que entretuvimos en mirar tiendas (Maribel tuvo piedad y solo vimos una), nos preparamos a disfrutar de una opipara comida, mi "senyora"se arreo una langosta de 1Kg, mientras yo disfrute de chuletillas sobre una deliciosa crema de patatas y salsa, tomamos cerveza (el vino es un lujo que no merece la pena permitirse, por su procedencia), de postre batidos de coco (que lo dominan en todas sus vertientes), cafe y amaretto. De vuelta paseamos por el transitado paseo, recordamos lo vivido y deseamos que en el futuro podamos compartir muchos mas momentos de estos.
1 comentario:
Veo que el fruto de los sacrificios gastronómicos realizados antes de la boda están camino de desaparecer en menos tiempo de lo que se tarda en parpadear. Os estáis poniendo, lo que se dice, ciegos.
Por cierto, si tienes abierta una cuenta de Gmail o te la abres, para solucionar el tema Ñ, sólo tienes que escribir las entradas en un correo de Gmail, luego utilizas el corrector ortográfico de Gmail y te dará las opciones de corrección de cada palabra, donde también incluye la Ñ. Una vez corregido, copias y pegas en tu blog.
Ala, disfrutad.
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