Como os contaba en la anterior entrada, pasé el fin de semana "mi ciudad", el motivo no era otro que aprovechar que las mujeres y novias marchaban a despedir de la soltería a la "futura" de mi amigo Jesús, para rodearnos de los RDM (cuestión que queda pendiente de explicación) y disfrutar de dos días al más puro estilo "adolescente canalla".
Es cierto que no pudimos estar al completo, las bajas por "lesión" o "compromisos de sus selecciones" mermaron al equipo, pero sin duda esos días saben diferentes.
Jesús, el homenajeado, es un tío de esos "extraordinarios", por su forma de ser, de actuar y de pensar. De todos mis amigos, es al que antes conocí, nuestros inicios se remontan al lejano pre-escolar de la SAFA, si bien nuestras vidas estuvieron no poco tiempo separadas por el clásico enfrentamiento A-B.
Le he visto crecer, pasar por buenos y malos momentos, vivir su vida en torno a planos, perderlo de vista durante cuatro largos años y regresar a disfrutar de la "única" que el paso del tiempo no ha logrado apartar de los primeros noviazgos.
Él solamente es él, huraño en sus invitaciones a casa, generoso en sus gestos, cariñoso a su manera. En quince días vivirá su día más importante, o por lo menos uno de ellos, y estar allí será un paso más en nuestras vidas, quizás el último si cumple lo que tanto nos repite....que más te gustaría...
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