Hacía mucho tiempo que no disfrutaba de un sábado de los de antaño, un sábado de comer pronto, café en el London, parchear comuniones, pasacalles por un pueblo del Aragón profundo y terminar dando tumbos en el baile de las fiestas.
Mi amigo Chamo, "castejonero" de adopción, nos dio la posibilidad de recordar tan magnos eventos este fin de semana. Después de una horita viaje llegamos a nuestro destino, cenamos, afinamos los instrumentos y ejecutamos un "pasacarreteras" al más puro estilo Derecho de Zaragoza. Bailes por aquí miradas por allá, te invito a una cerveza, tómate un cubata y se lió parda...lo dicho como antaño.
Ha sido memorable, aunque a estas alturas de martes, mi cabeza sigue dando tumbos, mi estómago sigue buscando acomodo y mis constantes vitales siguen distraídas. Pero de tanto en cuanto, y aunque ya peinemos canas (o clarillos en otros casos) es de justicia juntar un puñado de amigos, un viajecito y muchas risas....de justicia...
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