Otro gran descubrimiento, un rincón hecho paraíso, en Llanfranc, cerca de otra maravilla hecha pueblo, "Calella de Palafrugell"
Tirarte durante horas leyendo, disfrutar de unas impecables claras aguas, buceando por las rocas, sentarte al sol en "Perejil" (una especia de peñón a pocos metros de la playa), ver como el sol se oculta no más allá de las seis de la tarde y disfrutar del placer de no hacer nada. Así pasamos nuestro penúltimo día de vacaciones.
El último, estaba reservado para otra de las tradiciones del mes de Agosto. Comer caracoles hasta reventar en Can Barris, es otra parada obligatoria. Pan de coca (algún día contaré mi primera experiencia con la palabrita de marras) con tomate y aceite, una ensalada de bolets con gambas y 96 caracoles. El secreto, está en la salsa....
Si os atrevéis, estáis invitados....
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