miércoles, 21 de octubre de 2009

¿QUÉ HACEMOS CON LOS RECUERDOS?

Hoy y por mandato imperativo, me ha tocado poner en orden una caja que lleva deambulando casi cuatro años (por Dios como pasa el tiempo) por las dos casa que hemos habitado. Una caja que reune cientos, miles de recuerdos de mi pasado, de mis vivencias en Zaragoza, cartas, fotos, objetos, recortes, regalos....

Así que he pasado más de una hora saltando en el tiempo, de la Delegación de Alumnos en 2001, a mirar a la primera foto de alguien que juraba tener muy pocas sola, observando los panfletos de los Certámenes, embobándome con fotos que no recordaba haberme hecho, disfrutando de unas letras (tan emotivas como duras) que me escribieran en 2004, decidiendo si seguir guardando decenas de "colgantes" electorales de una vida anterior y lo que es peor considerando si todo debe ser almacenado, para volver a emocionarme dentro de otros, por lo menos, cuatro años (Maribel mediante) o embullirlo todo en mi corazón, intentando que mi mente no olvide, puesto que empiezo a tener una edad, donde hay que escoger cuantos armarios puedes dedicar a recuerdos y cuantos a tener lo imprescindible medianamente ordenado.


En semejante encrucijada, he decidido mantener la mayoría, porque se vuelve inevitable la necesidad de releer ciertas cartas, mirar ciertas fotos y no sentir que tu pasado forma parte de un contenedor que se lleva tu memoria...

No hay comentarios: