lunes, 26 de octubre de 2009

QUE MANERA DE SUFRIR

He pasado toda la semana buscando algún alma caritativa entre mis clientes que me dejasen dos carnets para poder ver al Zaragoza en el Campo Nuevo. Y hoy después de haber asistido al desastre más absoluto, casi hubiera preferido, que Maribel no hubiera intercedido en mi infructuosa búsqueda, logrando que Toni me los dejara. De todas maneras, gracias Princesa.
Pues eso, que muy contento salía yo de casa, cantando aquello de "Ale Zaragoza, ale, ale", llegaba al campo y sufría durante casi media hora, viendo como éramos incapaces de pasar el medio campo, y con la certeza de nos iban a caer media docena como el Barça se pusiera a tocar un poco la pelota.
Me he desesperado viendo la incacidad de once "ineptos" en un campo en que no puedes dedicarte a jugar a nada, he gritado cada pase que regalábamos, he protestado cada fuera de fuego y me he irritado viendo como el único capaz de jugar al contrataque chupaba banquillo. Eso sí, me he levantado y celebrado el 4-1 como si fuera la victoria en el último momento.
Tanto corazón he puesto, que los socis cules que me rodeaban han intentado burlarse de mi alegría, de mi tristeza y de mis nervios. Y es que, no hay nada como estar fuera de tu tierra, para echarla de menos, sentir los colores y pensar que aunque hayamos encajado un set, merece la pena poder levantarte y gritar gol mientras todo el campo pita, aunque de poco sirviera....
Aupa Zaragoza, arriba y a vencer, palmadas al viento, que gritan ganaréis...

No hay comentarios: