PUENTEANDO BAJO LA NIEVE

Subíamos supuestamente a esquiar, pero entre una importante resaca el domingo, (allí estaban los tres mosqueteros cerca de las 5 de la mañana intentando arreglar el mundo), y una copiosa lluvia el lunes impidieron que fuera posible.

Pero mirad el paisaje, ¿ Donde mejor disfrutar de un paseo matutino, una siesta reparadora bajo la manta y una vueltecita bajo el frío pirenáico antes de cenar?.

Han sido dos días de mucho comer, ya fueran pizzas con base de tranchetes, huevos rellenos a la "Ernesto" o judías de "casa Merche". Dos días donde he descubierto la magia de Sallent, los increíbles refugios de Formigal y la recóndita paz de la cercana Lanuza.

Dicho lo dicho, digamos que no esquiar tampoco fue tanto problema....