miércoles, 20 de enero de 2010

NO SOY AJENO


No sabría definir mis sentimientos al ver las catástrofes naturales como las de Haití, os mentiría si os dijera que no paro de pensar en el asunto, no es indiferencia, es distancia, que como en todo aplaca la crudeza de las situaciones.

Lo que si os puedo decir es que es una tremenda injusticia que siempre "caigan las hostias" del lado más débil, que un país incapaz de reaccionar ante tales circunstancias reciba un "palo" de semejante envergadura y que parece inevitable que cada año nos asombremos con nuevas catástrofes que conllevan cientos de miles de muertos.

Esta vez he prometido poner mi granito, no sin ciertas dudas de que sirva de algo, pero las imágenes son tan demoledoras que uno empieza a sentir que pudiera tocarnos a cualquiera. Cinco minutos, la tierra se quiebra y todo parece ser tan débil...

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