Y NOS DIERON LAS NUEVE

Hacía ya un par de horas que el sol brillaba cuando llegué a casa, con una sensación que compartía tanto cansancio y una sonrisa de aquellas que suponen rememorar tiempos pasados.

Así fue, una noche que parecía acabar tras un "parche" a demasiados kilómetros como para poder pensar que acabaría "liándose parda" en una discoteca y almorzando como si fuera el último en un bareto del centro de Barcelona.

Pero así son las noches de Tuna, o así eran, uno salía medio obligado a dar cuatro bandurriazos en "váyase usted" a saber qué cumpleaños, y termina en medio de la pista de baile intentando aclararse si ha bebido demasiado o medio mundo desea hablar contigo de madrugada.

Gracias a Macmota (para mí siempre será Marmota), Vallecas y Efebo por hacerme sentir otra vez como si estuviera en "La Cutanda" rodeado de un montón de tíos vestidos con medias disfrutando de la Zaragoza Inmortal en medio del casco.

Nos volveremos a ver en el Bar de Chin.....