martes, 12 de octubre de 2010

PECADOS CAPITALES

Hoy con eso de que es el día del Pilar, mi familia come con unos amigos que casi podríamos denominar como tales, y tradición que hay, tradición a respetar. Pero como también es un día de esos complicados para buscar restaurante, y tampoco se porqué otra razón, llevamos tres años comiendo en uno de esos restaurantes asiáticos de buffet libre.
Conste, y por adelantado, que no soy de aquellos que le hacen ascos a la comida, y que aprovechando algún hotel y sus desayunos libres, he tenido algún incidente por mis excesos con bollos, croisants y otras viandas.
Pero no podría relataros lo vivido hoy en el mencionado garito, y no puedo porque se trata de un puñado de imágenes que sin verlas uno no consigue explicar con palabras cada detalle. Decenas de personas con platos que no podrán comerse, histerismo ante la plancha por esperar tres minutos a ponerse ciego de gambas (que a 14 euros el menu, lo que estoy seguro es que de Palamós no son), energúmenos haciendo gala de sus nueve platos amontonados y tipos que después de destapar el bote de la nata montada y tirarlo sobre el melocotón en almibar son incapaces de recogerlo, aunque sea por decencia.
Así que me planteo, o enseñamos humanidad a los consumidores de buffets libres(conste que me parece estupendo que uno decida comerse medio mercado aprovechando el precio único, pero sólo pido que se levanten más veces y repartan sus excesos en mayor cantidad de platos) o el año que viene cambiamos de restaurante, mis nervios no aguantarán otra embestida....

No hay comentarios: