jueves, 9 de diciembre de 2010

UN PASEO POR MI TIERRA



Hace un tiempo nos propusimos en mi familia (y mis amigos) que Maribel comprendiera que Aragón es mucho más que los áridos monegros que se divisan desde la A-2, mucho más que Pirineos y nieve y sobretodo mucho más de lo que nosotros los aragoneses somos capaces de contar cuando hablamos de nuestra tierra.

Visitamos Belchite para ver el horror de la guerra, bajamos hasta Albarracín para que conociera sobre el terreno que Teruel Existe, subimos hasta el Monasterio de San Juan de la Peña para que entendiera de donde parte aquella Corona de Aragón de la que tanto presumimos y puestos a darnos un baño de aragonesismo vivimos un San Valero único en Roda de Isábena, asistimos a una cata del Somontano más auténtico o recorrimos en verano acompañados de Chamo y Cris la vega del Jalón hasta llegar al remanso de las termas de Alhama.

Aún nos queda mucho por ver, Sos del Rey Católico, las Bárdenas Reales, Benasque y Cerler, pero atravesar el Campo de Borja, visitar la maravilla del Monasterio de Veruela, ascender la falda de Moncayo y bajar hasta Tarazona mereció la pena en un lunes de fiesta, con sol de primavera, nieve en las cumbres y cena en una cueva de un pueblo con sabor auténtico como Pozuelo de Aragón.

Como siempre suele haber alguna pero. El Monasterio ha cerrado sus celdas (donde Becquer desarrolló sus poemas más desgarradores) para destinarlas, junto a las estancias del Abad, a la instalación de un Parador Nacional, pero siempre es un placer admirar el Claustro y sorprenderse con la Iglesia, aunque ahora sabe a poco....el tiempo dirán si aciertan....

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